viernes, 26 de junio de 2015

#ALZHEIMER




Conchita me coge la mano con fuerza, llora y me suplica que la saque de la estancia, es una dama de pequeña estatura y frágil, pero su mano aprieta la mía con fuerza, intento tranquilizarla para que se quede en el sillón y espere la llegada de la enfermera pero insiste en salir de la estancia, no me queda mas remedio que levantarla y acompañarla hacia el patio, siento infinita ternura hacia ella e igualmente una infinita tristeza.


Soy voluntario y dedico parte de mi tiempo al acompañamiento de personas que padecen Alzhéimer, enfermedad silenciosa y terrible que dinamita la memoria para dejarte sin recuerdos….sin pasado.